Francisco Villaespesa Martín, nacido en 1877 en Laujar de Andarax (provincia de Almería), vivió una vida de aventuras. A los dos años, su madre murió y su padre se casó con su tía. En 1885, su padre fue nombrado juez de Almería y toda la familia se trasladó a la ciudad.
En 1888, Francisco Villaespesa comenzó sus estudios secundarios y en 1894 se trasladó a Granada para estudiar Derecho, Filosofía y Letras. Sin embargo, no llegó a terminar los cursos. Durante este tiempo en Granada, Villaespesa se involucró en la joven escena artística y cultural que le rodeaba. En 1897 se trasladó a Málaga y en 1901 se instaló en Madrid, donde comenzó a ser conocido como poeta.
En 1898 regresó a Almería y en 1899 se casó con su prometida Elisa. En 1990 entabló amistad con conocidos escritores y poetas como Juan Ramón Jiménez y Rubén Darío.
Su apartamento en Madrid, que compartía con su esposa Elisa, se convirtió en el centro de muchas reuniones y discusiones donde se originaron más de mil proyectos. En 1903 toda su felicidad llegó a su fin cuando Elisa murió de tuberculosis. El poeta se quedó solo con su hija pequeña y con los recuerdos de tiempos más felices que luego se convertirían en la inspiración de algunas de sus obras más conocidas.
En 1905, Francisco Villaespesa conoció a la aristócrata gaditana María Dolores García Rubín. Ella estaba casada en ese momento y tenía dos hijos, pero ella y Francisco comenzaron una nueva vida juntos y tuvieron dos hijos, que crecieron para vivir sus propias aventuras.
Los años restantes del poeta fueron productivos, con la escritura de muchos poemas nuevos.
En 1915, Francisco Villaespesa alcanzó la cima de su carrera como escritor español. En 1916 fundó la revista Cervantes y ese mismo año publicó sus obras completas.
Entre 1917 y 1929 publicó varias antologías de sus versos, que le dieron fama y éxito en España.
En 1925, el Gobierno de Brasil le invitó a traducir la poesía brasileña al español. Se publicaron varios volúmenes en España y Brasil; en Río de Janeiro, Villaespesa sufrió una hemiplejía que le paralizó la mitad del cuerpo.
A su regreso a España, Villaespesa recibió numerosos homenajes en los teatros de todo el país. Sin embargo, su salud ya era precaria, por lo que en 1933 se casó con su compañera divorciada María Dolores. En 1935, Villaespesa publicó su último libro Manos vacías.
En 1936, tras una breve recuperación, la salud del poeta empeoró y finalmente falleció en abril de 1936 en su casa de Madrid a la edad de 58 años. Su funeral fue un acto muy solemne e importante en Madrid. Se le rindieron honores oficiales y fue enterrado en el Panteón de Ciudadanos Ilustres del cementerio de la Sacramental de San Justo. Villaespesa fue el último poeta modernista de España.